El humanoide sentado ante una de las consolas de información de la Miqueas alzó de nuevo la vista para escudriñar a su alrededor. Era bastante tarde ya, lo que en la Tierra habría sido noche cerrada. No obstante, en el espacio los horarios tendían a distorsionarse y cabía la posibilidad de que cualquiera anduviera paseando y lo descubrieran.

Utilizar un terminal público tenía ese riesgo pero, a la vez, permitía mantener un anonimato absoluto; nadie podría averiguar su identidad y la solución si alguien se acercaba era tan sencilla como cambiar a la pantalla de Éxodo News.

Cuando se aseguró de que estaba solo, bajó de nuevo la vista a los archivos que leía con tanto interés…

LA LLEGADA A NIDRO

Habían transcurrido tres semanas desde el salto que propulsó a la diezmada raza humana hasta lo que podría ser su nuevo hogar. La mayoría de la población no criogenizada aún no tenía muy claro el concepto de salto hiperespacial, ni de cuánto tiempo real transcurría en lo que llamaban hiperespacio. Por fortuna, millones de personas seguían suspendidas en ese bendito éxtasis criogénico. La mayoría agradecería no enterarse de lo que ocurrió en Nidro.

El planeta, flanqueado por dos soles, parecía un lugar seguro para bajar. Los datos de las sondas que se enviaron previamente informaban sobre extensas zonas de vegetación, oxígeno abundante y riqueza tanto de recursos minerales como biológicos. Las altas concentraciones de mercurio en los materiales que se pudieron extraer redujeron mucho su utilidad pero la maquinaria ideada por varios científicos logró purificar, al menos, la mitad. Por fin una buena noticia.

Existen vídeos que prueban que el Señor Mullanotti y los maravillosos Vesta y Adonis fueron los primeros valientes en bajar al planeta. Sin embargo, una corriente de detractores asegura que fueron naves militares las que realmente llegaron antes.

LOS ARAKKOA

El planeta Nidro se encontraba habitado por una extraña raza de hombres pájaro, poco desarrollados tecnológicamente, pero con otras ventajas que los convertían en formidables rivales.

Aunque los primeros contactos se desarrollaron de modo pacífico, los tripulantes que descendieron al planeta fueron averiguando las extrañas costumbres de estos seres, que incluían la esclavitud de sus congéneres cuando perdían una guerra. Algo que, desde luego, no estaba bien visto por la mayoría de los presentes.

Por casualidad, uno de los equipos dio con un arakkoa esclavo fugado, que resultó ser el hijo de un líder vencido y muerto hace algún tiempo. La criatura convenció a los terrícolas para que le ayudaran a tomar el liderazgo de su pueblo y, a cambio, les habló del poderoso líquido súper energético que los esclavos extraían de las minas. Interesados por algo así, los exploradores ayudaron a su nuevo aliado a dar un golpe de estado derrotando en combate al líder tribal.

Por su parte, una sacerdotisa muy venerada entre los suyos pareció tomar a los recién llegados por unos emisarios divinos; emisarios de unos dioses que hacía eones establecieron un templo oculto en la zona más recóndita de Nidro y donde, misteriosamente, las sondas no parecían revelar nada.

El equipo enviado a indagar en el templo contempló la forma gargantuesca que se erguía ante ellos, situada sobre el templo ancestral. Una forma que reconocieron, pues representaba a los seres estatua que atacaron la flota al huir de la Tierra.

Por fortuna, el templo carecía de tales guardianes y, tras resolver difíciles pruebas, los nuestros encontraron un misterioso artefacto con palabras en un idioma alienígena y que se activaba con las esferas que la sacerdotisa y el líder tribal llevaban siempre con ellos. Aparentemente, el artefacto era un mapa que proporcionaba las direcciones de varios planetas. Pero… ¿por qué esos planetas en concreto?

Finalmente, antes de abandonar Nidro, una pequeña parte de la población arakkoa decidió marcharse con los “enviados de los dioses” y ésta fue recibida con gran alegría por la comunidad alienígena de la flota. ¿Se integrarán bien?

VINSI

Aunque la IA inicialmente estaba a plena potencia, poco a poco algo le fue sucediendo. Sin que nadie lo advirtiera, otra IA desconocida fue tomando control de sus protocolos. Cada vez más sumida en el mutismo, sin que nadie se percatara del brusco descenso de su presencia, a Vinsi solo le quedó una opción: avisar al Dr. Erikssen para que activara el protocolo Zeus, un protocolo secreto que todo el mundo desconocía hasta entonces.

El protocolo Zeus guio a los defensores de la flota para reestablecer el control de Vinsi, fortalecer sus defensas, construirle un cuerpo físico e, incluso, hacer frente a la poderosa IA enemiga, llamada Myrmidon.

Gracias a la labor combinada de Erikssen, Terra, Nervox y Neumann János, entre muchos otros, el protocolo Zeus fue implementado con éxito y ahora Vinsi cuenta con un cuerpo físico propio con el que se pasea por la Moisés.

MYRMIDON

Aparentemente, esta poderosa criatura mecánica era una inteligencia artificial de origen extraterrestre. Algunos rumores indican que la terrible fobia de los render a las IA provendría de seres como Myrmidon.

Sea como sea, este ser se desarrolló en algún lugar de la Moisés en el más absoluto secreto, sin que nadie lograra detectar su existencia a tiempo para frenar los atroces acontecimientos que desataría.

Myrmidon se construyó un cuerpo utilizando el mismo protocolo que más tarde se utilizaría para Vinsi, puesto que tomó el control de la IA amistosa y robó todos sus conocimientos. Además, utilizó fragmentos de chatarra espacial, presumiblemente olvidados en una de las zonas más remotas de la Moisés, para crear clones inferiores de sí mismo y jueces muy básicos con los que entretener a las tropas de la flota humana.

Entretanto, Myrmidon se reunió con un puñado de individuos con el fin de plantear sus exigencias: una nave de clase Mandamiento con la que poder alejarse de la absurda vida orgánica y poder desarrollarse por su cuenta. Con quién se reunió y qué hablaron no ha sido divulgado por las autoridades aún.

La IA Titán engañó a todos y acabó robando la mandamiento Joel, la nave que acumulaba la población más pudiente de la flota… y todas las reservas de piedra de sangre de la misma. Antes de hacer esto, expulsó al vacío a todos los seres vivos de la nave, a pesar del intento de la nueva presidenta Jones por evitarlo.

Myrmidon había hackeado parte de la programación de salto de la Moisés de modo que, mientras los informáticos luchaban por evitar un salto hiperespacial forzado, su mandamiento se alejó, desapareciendo de las vidas de los humanos… ¿para siempre?

LA FLOTA

Tras unas reñidas elecciones en las que se dieron extrañas circunstancias que acabaron alterando los resultados, los políticos que se presentaban a las mismas llegaron al consenso de crear un Senado. Éste órgano estaría presidido por Charlotte Jones, la nueva Presidenta de la Humanidad.

(Para tranquilidad de todos aquellos que se quejaron de los acontecimientos, debemos aclarar que el famoso evento de las ratas respondía a las acciones de uno o más jugadores, de modo ajeno al propio juego electoral. El hecho de que las papeletas fueran de papel y no telemáticas respondía precisamente a temores de jugadores, ante un posible hackeo del sistema).

La Presidenta nombró a Vesta ministra de Cultura y ordenó la destrucción de la nave de Myrmidon en cuanto sea avistada. Además, trabaja en un sistema de reparto de recursos mínimos para toda la población con los demás miembros del Senado.

Por su parte, el ahora concejal electo Don Joseph Mullanotti experimentó un notable ascenso en los índices de popularidad. Esto se debió a sus valerosas acciones tanto en el descenso a Nidro como en las luchas provocadas por Myrmidon.

Aunque las autoridades parecen seguir vigilándole, es cierto que el señor Mullanotti ha contribuido en buena medida a sofocar las hambrunas y escaseces de la población.

El almirante Carson, ratificado en su puesto por la nueva Presidenta, continúa siendo el responsable del aparato militar de la flota humana. Para agilizar la reacción ante posibles contratiempos, ha tomado una serie de medidas.

• El Jefe de Seguridad Ibram Cobalt pasa a convertirse en Jefe de Vuelo, siendo el enlace del cuerpo de pilotos con el almirantazgo. Su sustituto en el apartado de seguridad será ahora Chad Blake.

• Aisha Clayton se convierte oficialmente en la CAG (Captain Air Group) de los pilotos, siendo la líder y representante de éstos.

• Todos los pilotos de epístola adquieren el rango de teniente. Frankie Sanders y Aisha Clayton adquieren el de Capitán.

• Se crea una nueva división especial bajo las órdenes directas del almirantazgo, con permisos especiales de vuelo al margen del resto de la flota y cuya cabeza visible es la Teniente Ziggy McPherson.

• Ambroos Jansen ha sido nombrado director del servicio de Inteligencia de la flota. Juan Kenobi será el responsable de comunicaciones y Abell Gutiérrez el de informática.

• Finalmente, se PROHIBE a los civiles portar armas dentro de la Moisés o cualquiera de las mandamientos. Si se tuviera que armar a los civiles para posibles misiones planetarias, hacerlo sería responsabilidad del cuerpo de seguridad.

EL HOLOMAPA

Esta nueva sala ha costado muchos recursos y esfuerzos en su construcción ya que utiliza tecnologías combinadas de varias razas y la siempre curiosa inventiva humana. La sala del holomapa es un cubo holográfico tridimensional que permitirá a su tripulación obtener grandes ventajas a nivel de navegación y combate naval, en caso de haberlo.
La imaginación es el límite.

Y AHORA…

La flota ha dado un nuevo salto hiperespacial en dirección a uno de los sistemas que podrían servir para abastecerse de recursos, cada vez más escasos, y cuyas coordenadas aparecían reflejadas en el artefacto del templo de Nidro. Ante la Moisés flotaban dos planetas gemelos, de tamaños similares, pero de muy distintas condiciones: Kepler-36b y Kepler-36c.

Sin embargo, había algo más. Una gigantesca masa, un pecio espacial de un tamaño similar a la propia Moisés, permanecía a oscuras cerca de la órbita de Kepler-36b y Kepler-36c sin aparentes signos vitales a bordo. ¿Qué albergaba esta inmensa nave? ¿qué secretos escondía?

El humanoide cerró la sesión de la consola que utilizaba, de nuevo observando a su alrededor. La información que había recopilado sería útil, sin duda, pero llevaba demasiado tiempo expuesto. Era hora de marcharse.